Skip links

Yo soy Gay Mercader y tú no

Se lo escuché decir a nuestro protagonista durante un rifirrafe con un pretendiente a ocupar su lugar en el trono de los promotores de nuestro país, porque amigos lectores, no se olviden que la gran diferencia entre Gay Mercader y el resto es que a Gay Mercader le gusta el Rock N Roll y el estilo de vida que conlleva hasta sus últimas consecuencias. Doy Fe.

Se lo escuché decir a nuestro protagonista durante un rifirrafe con un pretendiente a ocupar su lugar en el trono de los promotores de nuestro país, porque amigos lectores, no se olviden que la gran diferencia entre Gay Mercader y el resto es que a Gay Mercader le gusta el Rock N Roll y el estilo de vida que conlleva hasta sus últimas consecuencias. Doy Fe.

Su nombre representa el pasado reciente dirán unos… Le puede su afán de protagonismo dirán otros después de dar su opinión sobre los sobredimensionados Coldplay. Mientras tanto Gay Mercader, desde su fortaleza en un territorio situado entre las comarcas de La Selva y el Girones, sigue dando lecciones de cómo mantenerse vivo en territorio enemigo.

Ahora que los grandes festivales con artistas internacionales mueren de éxito, que no dan un paso sin la subvención del ayuntamiento o la comunidad de turno a los que presionan sin piedad, hay que recordar como el señor Mercader levantó una empresa de la nada jugándose su pasta, arruinándose una y ganando otras hasta ser considerado el pionero, el hombre que abrió el camino al resto.

La cultura española le debe mucho a Gay Mercader – merecida Medalla de la Bellas artes concedida por el actual gobierno-. No se entendería la Transición sin la visita de los Rolling Stones en junio del 76 donde un servidor trabajó de chico para todo. Gay Mercader puso en el mapa de conciertos a nuestro país con la llegada de: Patty Smith, Bob Marley, Bruce Springsteen o The Clash, entre otros nombres. No renunció al mercado nacional, dejando su impronta como manager de los legendarios Tequila en su mejor momento .

Yo he tenido la suerte de llegarle a conocer sus luces y sus sombras, he compartido confidencias, noches de luz cegadora y días de oscuridad extrema.

Mirando hacia atrás le veo ordenar desde su cuartel general en la tienda de discos Gay and Company donde un joven yo pasaba las tardes escuchando las últimas novedades con su amigo Jordi Tarda. Protagonista de reportajes en la revista que apadrinó, la legendaria Disco Exprés que abrió sus brazos a periodistas, columnistas y críticos musicales que anunciaron la vanguardia que estaba por venir.

Cuando al fin pude conocerle en el mítico Studio 54 donde me advirtió que la conjunción Leo-Sagitario era perfecta para el Rock And Roll aludiendo simbólicamente a la relación Jagger-Richards.

¿Y qué sería de mi carrera sin El Segis? -socio y amigo del señor Mercader- fue quien me animo a subirme por primera vez al escenario del Cabaret Tabú 78 en Las Ramblas de  aquella Barcelona que fue.

De todo esto han transcurrido 45 años.

Gay Mercader siempre ha estado vinculado a mi vida desde aquella vez que fui ungido con una de sus frases célebres: -eres el que mejor ha entendido mis enseñanzas-. Genio y figura.

Hace unas semanas un promotor llamo para ofrecerme ser telonero de los Who por segunda vez en mi carrera. Una vez analizada la oferta respondí con mi negativa a participar en el festival. Cuando algunos recriminaron el porqué de mi decisión me vino al vuelo la sentencia de Gay Mercader.

-Yo soy Loquillo y tú no.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia web.
Explorar
Arrastrar