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BIOGRAFÍA DE LOQUILLO Y LOS INTOCABLES POR BOB

1.1 La música como un juego más

Loquillo entra en la música sin proponérselo, como una forma más de pasar el rato. Un conocido le dice: “¿Loco, quieres cantar? Porque con la pinta que tienes podrías hacerlo” Evidentemente, de las cualidades vocales que pudiera o no tener Loquillo ni se habló[1]. El factor de la imagen, por encima de las cualidades musicales, ha sido una constante en la carrera musical del carismático cantante. En 1978 es citado en un local de la Rambla barcelonesa llamado Tabú, un local que a partir de cierta hora se convertía en un burdel. Allí empezó a dar conciertos con un grupo de hippies que hacían versiones de Elvis, de Los Salvajes y Los Sirex[2].

Tras la etapa en Tabú, Loquillo y Carlos Segarra, cantante y guitarrista de Los Rebeldes, fundaron un grupo llamado Teddy Loquillo y sus Amigos. A finales de 1978 el grupo hizo su única actuación[3]. En esa actuación se cantaron temas de los clásicos del rock’n’roll, Los Sirex y Los Salvajes, se quemó un póster de John Travolta y se tocó un tema que más tarde se grabaría con Los Trogloditas para el single Pacífico: No bailes rock’n’roll en el Corte Inglés. Loquillo explica así como surgió la canción: “ Surgió cuando El Corte Inglés montó ‘la moda del Rock’n’roll’. Nos fuimos a la planta de moda de El Corte Inglés y les dijimos ‘No nos gusta que se venda nuestro estilo de vida’, claro, el dependiente no entendía nada. La liamos, tiramos todo al suelo y los de seguridad nos sacaron a patadas.[4]” La letra de esta canción refleja ese desacuerdo con la comercialización de la imagen del rock en un tono humorístico, fresco y canalla:

Rockers en las calles, buena promoción
Puede ser dinero, dijo un julandrón.
Bienvenidos, primos del rock’n’roll.
(…)
No bailes rock’n’roll en El Corte Inglés
Ríete de sus empresarios ye-yés
No bailes rock’n’roll en El Corte Inglés
No seas una figura pastel

Después de esa actuación Teddy Loquillo y sus Amigos se disuelve y Carlos Segarra forma Los Rebeldes. Teo Serrano y Sabino Méndez formaron grupos como Los pintalabios o Los Rompecorazones. Se conocieron porque Sabino respondió a un anuncio de Teo Serrano en el que buscaba músicos de rthythm & blues[5].

 

1.2 Loquillo se hace un nombre en los medios

Loquillo empieza a ser nombrado en los medios por una casualidad, un malentendido. Puesto que tenía un programa de radio y escribía artículos para Popular 1 dispuso de pases de prensa para el concierto que, en Barcelona, hicieron Miguel Ríos y Doctor Feelgood, al que acudieron rockers y punks. Los punks se situaron en primera fila esperando que Miguel Ríos acabara su actuación para ver a Doctor Feelgood. Los problemas empiezan cuando Miguel Ríos dice: “Estoy viendo aquí a gente disfrazada de rockers”. Los punks empiezan a tirarle todo lo que encuentran y Loquillo, que estaba en el backstage gracias a su pase de prensa, es sacado a patadas. En la prensa se dijo que una banda de rockers capitaneada por Loquillo había saboteado un concierto de Miguel Ríos. Por esa razón a Loquillo le echaron de Popular 1 pero le hicieron reportajes en Disco express, donde  se comparaba el movimiento rocker barcelonés con el inglés[6]. También hizo playback en televisión con Sleepy LaBeef y Robert Gordon en el programa Aplauso[7]. La fama que consiguió le sirvió de gran ayuda para grabar Los tiempos están cambiando.

 

1.3 La formación de Los Intocables

El fundador de Los Intocables fue Teo Serrano, “Capitán Centellas”. Fue Teo, el bajista, quien convoca a Juan “Caníbal”,el batería; Sabino Méndez, el guitarra rítmica; Carlos Nadal, el guitarra solista, y a Loquillo, el cantante.. Teo y Sabino Méndez habían formado dos grupos antes de Los Intocables. Carlos Nadal y Teo Serrano eran compañeros de clase en el Instituto Menéndez Pelayo. Por último, Teo serrano y Juan “Caníbal”vivían en la misma calle.[8] Loquillo y Sabino habían coincidido en los jardines de la Universidad Central de Barcelona.[9]

Existen dos versiones acerca de cómo surgió el nombre del grupo: Sabino Méndez afirma que se barajaron diversos nombres de series de televisión como Los Intocables o Misión Imposible y que finalmente se eligió Loquillo y Los Intocables por su parecido con Johnny Kidd & the Pirates[10]. En cambio Teo Serrano afirma que el nombre del grupo fue obra del bajista de los C-Pillos, inspirándose en la letra de una de las primeras versiones del grupo que había en la maqueta: Nena, no me toques. Teo atestigua que no desmintieron la versión de Sabino porque se sentían identificados con Los intocables de Eliot Ness y su actitud.[11]

Los Intocables destacaron por ser un grupo de punk-rock en un momento en que los punks y los rockers se habían vuelto muy ortodoxos. La imagen que ofrecían era muy diversa: Teo, como Sid Vicious; Sabino, de mod; Juan “Caníbal”, de motero sin moto[12], y Loquillo, como Robert Gordon, y también sus respectivas referencias musicales como más tarde se reflejaría en Los tiempos están cambiando.

La oferta de grabación de Los tiempos están cambiando fue también de casualidad. Es posible que tras leer los artículos sobre Loquillo publicados tras los incidentes en el concierto de Miguel Ríos, Cúspide, una pequeña discográfica regentada por un duo musical llamado Los Guacamayos que se dedicaba a hacer “covers”, llamó a Loquillo para preguntarle si tenía un grupo. Teo Serrano opina que el contrato se produjo gracias a que los Guacamayos vieron que el mercado del rock’n’roll podía abrirse y confiaron en Loquillo, al que conocían por sus actuaciones en Tabú[13]. Sea como fuere, Loquillo, a la pregunta de si tenía grupo, contesto que sí, que era la bomba y que tocaban mucho en Madrid a pesar de que el grupo se estaba formando en aquellos días. También le preguntaron si tenía canciones para grabar un disco, Loquillo mintió deliberadamente y dijo que tenían canciones de sobras cuando en realidad sólo tenían: Esto no es Hawai (qué wai), escrita por Loquillo y Carlos Segarra; una versión de Somethin’ Else, de Cochran, y Rock’n’roll Star, de Sabino. Cúspide les dio un mes para preparar las canciones antes de grabar. Loquillo tuvo que convocar a todos sus amigos para que le ayudaran y esa es la razón de que en el disco aparezcan canciones con Los C-Pillos, Los Rebeldes y Los Intocables. Además estos querían crear una unidad en los grupos barceloneses frente a lo que sería la Movida madrileña[14]. La grabación se hizo en dos días a mediados de diciembre de 1980: uno para grabar y otro para mezclar, además, con la particularidad de que Loquillo no tenía ni idea de conceptos musicales: “Todo fue muy rápido, me decían que si sabía lo del compás y un tío daba unos golpes con el dedo, pam, pam, pam. Y yo que “cómo no voy a saber lo del compás”, le doy unos golpecitos al micrófono, pam, pam, pam… “¿Ya está?”. “Que no; lo del compás”. No entendía nada… ”[15]. El disco molestó bastante a los teddy boys y los rockers más ortodoxos por el sonido de garaje que caracterizaba a Los Intocables y por las declaraciones a favor de grupos como los Ramones o los Clash. También molesta a los punk, quienes les acusan de retrógrados por  versionar a Bob Dylan y por su pasión por el rock’n’roll clásico de Buddy Holly, Gene Vincent o Eddie Cochran[16].

Sabino Méndez explica el éxito y continuidad de los Intocables gracias, principalmente por dos factores: Radio 3 y la prensa alternativa[17]: “A raíz de nuestro primer disco, Ignacio Juliá habló en Vibraciones de ‘uno de los discos más decentes que el rock de éste país ha dado en mucho tiempo’. Diego A. Manrique en Metal Hurlant, comentó que ‘era irresistible por su propia heterodoxia’ y que sonaba ‘amenazador y enérgico incluso intercalado en blanduras de los 40 principales’. Era la primavera de 1981, y muchos de ellos, viendo como fenecían las publicaciones alternativas, encontraron una salida en otros medios de comunicación. Eso, de nuevo volvió a ser una suerte para nosotros” Gran parte de estos cronistas encontró trabajo en Onda Dos, que emitía solamente para Madrid, pero pronto destacó Radio Tres. Jesús Órdobas, director de Esto no es Hawai del diario Pop de Radio Tres –programa que abrazó los nuevos grupos surgidos de la Movida-, eligió como sintonía la canción del elepé Esto no es Hawaii[18]

Poco después de que se editara el disco Loquillo tuvo que irse al servicio militar al contrario que los demás miembros del grupo. Sabino, por ejemplo ya había hecho prestado el servicio militar antes para no tener que preocuparse más[19].

 

1.4 Rock de permiso

A Loquillo le destinaron dos años en la Marina. Según cuenta él mismo: “Fue una mili muy dura, pero hizo que me reafirmara en mis ideas: si aquello no me cambió ya no me cambia nadie”[20]. A pesar de esto Loquillo aprovechó los permisos para reunirse con Los Intocables para dar conciertos e incluso grabar un single. También falsificó los papeles de los permisos cosa que le costó algunos arrestos. A modo de anécdota podríamos destacar uno de los arrestos de Loquillo durante su formación militar: “Una vez, en Palma de Mallorca, me lié, sin saberlo en un primer momento, con la novia de un comandante, me cayeron veintitrés días de arresto en el barco, pero las risas todavía se escuchan[21]”.

A Loquillo le destinaron dos años en la Marina. Según cuenta él mismo: “Fue una mili muy dura, pero hizo que me reafirmara en mis ideas: si aquello no me cambió ya no me cambia nadie”[20]. A pesar de esto Loquillo aprovechó los permisos para reunirse con Los Intocables para dar conciertos e incluso grabar un single. También falsificó los papeles de los permisos cosa que le costó algunos arrestos. A modo de anécdota podríamos destacar uno de los arrestos de Loquillo durante su formación militar: “Una vez, en Palma de Mallorca, me lié, sin saberlo en un primer momento, con la novia de un comandante, me cayeron veintitrés días de arresto en el barco, pero las risas todavía se escuchan[21]”.

Tras el abandono de Carlos Nadal, quien no pudo dedicarse plenamente al grupo por tener que atender a otras responsabilidades según Teo[22] y por no encontrarse a gusto en un grupo de rock al ser él más cercano al blues según Sabino[23], se incorpora un nuevo guitarrista a Los Intocables: Javier Juliá, quien endurecerá  el sonido del grupo en directo[24]. Javier Juliá era fan de Lou Reed, conocía toda su discografía gracias a su hermano mayor, Ignacio Juliá[25]. De hecho, se hacía llamar “Stu” en honor a uno de los dos guitarristas de Lou Reed en el Rock’n’roll Animal.[26] Javier Juliá fue el guitarrista que más tiempo estuvo con Loquillo y Los Intocables. Asistió a la mayoría de conciertos.

Uno de esos conciertos fue el de la sala Rock-Ola. La sala estaba abarrotada de rockers y punks. Cuando Loquillo dedicó el concierto a la memoria de Eddy Cochran y Sid Vicious empezó una batalla contra todo el que subía al escenario. Según cuenta Loquillo: “La que se lió; los rockers sacando navajas, nosotros arriba a hostias con los que subían, Teo con un machete, Sabino con un palo, yo con el pie del micro de lado a lado del escenario, nos volaban las navajas, fue duro de verdad. Tuvimos que abandonar el escenario, entró la policía y sacaron a los rockers, los Punk se pusieron en la primera fila, volvemos a salir y vuelvo a hacer la misma dedicatoria…Tuvimos que salir escoltados por la policía”.

Otro concierto mítico fue el de Amposta, el 16 de agosto de 1981. Algunas de las canciones de ese concierto se han editado después en el disco Loquras. El día del aniversario de la muerte de Elvis se realiza un festival al aire libre en el que participan Medina Azahara, Alaska y los Pegamoides, y Loquillo y Los Intocables. Algunos amigos de Loquillo, entre los que se encuentran Javier Anta “Tutti”, Jaime Fàbregas -un gran amigo de Loquillo desde su adolescencia- y Julián Hernández -cantante y líder de Siniestro Total-  asisten al concierto. El resto son todos hippies. Cuando Alaska sale a tocar empiezan a llover sobre el escenario botellas y otros objetos contundentes. Tres canciones más tarde abandona el escenario. Es el turno de Loquillo y Los Intocables. Loquillo dedica el concierto a la memoria de Elvis. Vuela una botella hasta la cabeza de Loquillo, quien cae al suelo. El grupo de amigos de Loquillo se gira amenazante, Jaime Fábregas sube al escenario evadiendo todos los controles de seguridad, coge el micrófono y mientras agita una cadena dice: “Aquí va a haber sangre”. Esto es recogido por los micrófonos y amplificado. La primera fila, compuesta por los amigos del grupo se ríe pero a partir de la segunda fila el público, desconcertado, retrocede unos metros. Loquillo se levanta sangrando y continúan el concierto. Después del concierto el empresario organizador dice a Loquillo y Los Intocables que no cobrarán para costear los desperfectos. Fue Jaime Fábregas, el más corpulento del grupo de amigos que acompañaba a Loquillo, quien disuadió al organizador de sus intenciones[27].

En el verano del 81 salió a la luz el single de Autopista, que añadió tres canciones nuevas al repertorio además de las propuestas en el elepé: Autopista, Rocker y Oh, que Casualidad. En la grabación de este single, y por abandono de Jaime Juliá, se  une al grupo Carmen Cebo atendiendo a un anuncio publicado en la revista Vibraciones[28]. Carmen(en la portada del single esquina inferior derecha) tocaba la guitarra como Bryan de los Stray Cats, tendía a desarrollar escalas y tenía un concepto de las canciones más propio del jazz que del rock.[29].

El single no tubo la promoción que se merecía, no hubo publicidad.[30] Este es uno de los factores por los que, posteriormente, Loquillo y Los Trogloditas se irán a Madrid.

La canción Autopista está inspirada en la melodía de una canción que Meatloaf canta en  la película The Rocky Horror Picture show. Este fue el último trabajo de Loquillo y Los Intocables antes de disolverse.

 

1.5 El final de Los Intocables

A pesar de los permisos de Loquillo, del single Autopista  y de que Jesús Órdovas hubiera elegido como sintonía de su programa Esto no es Hawaii del Diario Pop de Radio 3 la canción de Esto no es Hawai, cosa que le dio a Los Intocables una difusión que no habían conocido hasta el momento, Los Intocables se disuelven. Las razones de la disolución de Los Intocables nunca han quedado claras. Existen diferentes versiones. Una de ellas es que Los Intocables se cansaron de esperar el regreso de Loquillo y el grupo se deshizo[31]. Otra es que existían fuertes discrepancias entre Teo y Sabino y que Juan “Caníbal” quería dedicarse a viajar por el mundo en moto[32]. En las múltiples biografías sobre la banda, la disolución de Los Intocables es un tema en el que no suele ahondarse. Jesús Órdovas en su artículo publicado en la contraportada del disco Loquillo & Sabino. 1981-1984 opta por el término desbandar en referencia a la disgregación de Los Intocables. Tutti, en su primera parte de la biografía de Loquillo y Trogloditas publicada en el libro interior del disco ¡A por ellos…! que son pocos y cobardes, opta por desintegrar. Susana Koska utiliza también desintegrar y apunta como causa unas fricciones en el grupo. Juan Puchades, en su texto publicado en El ritmo de garaje (edición revisada y remasterizada) sólo explica que cuando Loquillo vuelve de la mili el único que lo espera es Sabino Méndez.

Sabino Méndez asegura que tras el robo que sufrieron en el local de ensayo y por la falta de instrumentos y de cantante, que estaba cumpliendo el servicio militar, el grupo murió. Asegura también que él intento volver a reunir al grupo pero que Teo Y “Caníbal” iban a la suya. Además ya había contactado con Ricard Puigdomenech, Jordi Vila y Josep Simón[33].

En cambio, Teo Serrano matiza que en el robo del local de ensayo sólo se llevaron su bajo, su chupa de cuero y la caja del batería. Teo explica que Los Intocables empezaron a pudrirse como grupo cuando, mientras Loquillo estaba en la mili, Sabino y Juliá dejan de ir a los ensayos del grupo a pesar su la insistencia y la de “Caníbal”. Ante esa situación Teo opta por pedir a Helena Otero, la que entonces fue la novia de Loquillo, que le alertara de lo que estaba sucediendo. Helena, en cambio, explica a Loquillo que quienes asisten a los ensayos son Sabino y Juliá mientras que Teo y “Canibal” no lo hacen. Helena y Sabino eran muy amigos. Eran los que menos encajaban en el grupo de amigos de la banda. La situación se agrava por culpa de las novias de los componentes del grupo. Éstas deciden formar un grupo paralelo, Las Tocables, con uno de los solistas que Loquillo había desechado para Los Intocables. Laura, la novia del bajista, tocaría el bajo. Ángeles, la novia del batería, tocaría la batería. Y Helena, la novia del cantante, quería ser la cantante. Finalmente, el solista sería “Scotty”, encantado de estar siempre rodeado de las tres chicas. El problema es que Helena empieza a friccionar con el resto de las chicas. Se podría decir incluso que el resto de chicas no acababan de congraciar con ella. El caso es que se llegó hasta un punto en que la situación se hizo insoportable. Teo, ante la caótica situación y juzgando ya imposible la comunicación con Loquillo abandona la formación y tras él lo hará “Caníbal”. Cuando Loquillo regresa de prestar el servicio militar, Sabino va a buscarle y le explica que Los Intocables se han separado y que ya ha empezado a formar una nueva banda.[34]

Daniel Gómez Salamanca 2002

[1] Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 25
[2] Koska, S. Loquillo y Trogloditas p.7; Puchades, J. Op. Ci.t  p. 26
[3] Koska, S. Op. Cit.. p.11;  Méndez, S.. Corre Rocker: Crónica personal de los ochenta   p.57 y Puchades, J. El ritmo del garaje (Edición revisada y remasterizada). p.9
[4] Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 26
[5] ver entrevista con Teo Serrano y entrevista con Sabino Méndez
[6] Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 27
[7] Méndez. S. Op. Cit. p.58; Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 28
[8] Méndez. S. Op. Cit. p. 44-45 y 56-57; ver entrevista con Teo Serrano y entrevista con Sabino Méndez
[9] Koska, S. Op. Cit. P.11 ; Méndez, S. Op. Cit. P.39 y Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 28
[10] ver entrevista con Sabino Méndez
[11] ver entrevista con Teo Serrano
[12] Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 31
[13] ver entrevista con Teo Serrano
[14] ver entrevista con Teo Serrano
[15] Anta, J. ¡A por ellos…! que son pocos y cobardes p.5; Koska, S. Op. Cit. p.13 y Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 31
[16] Anta, J. Op. Cit. p.5; Koska, S. Op. Cit. p.13 y Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 31-32
[17] Méndez, S. Op. Cit. p.61-63
[18] Koska, S. Op. Cit. p.13; Anta, J. ¡A por ellos…! que son pocos y cobardes p.5; Puchades, J. El ritmo del garaje (Edición revisada y remasterizada). p.13
[19] Méndez, S. Op. Cit. p.71
[20] Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 34
[21] Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 37
[22] ver entrevista con Teo Serrano
[23] ver entrevista con Sabino Méndez
[24] Koska, S. Op. Cit. p.13
[25] ver entrevista con Sabino Méndez
[26] ver entrevista con Teo Serrano
[27] Hernández, J. Loquras p.3; Méndez, S. Op. Cit. p.72-73 y Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 35
[28] ver entrevista con Sabino Méndez
[29] ver entrevista con Sabino Méndez y entrevista con Teo Serrano. Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 36
[30] ver entrevista con Sabino Méndez y entrevista con Teo Serrano. Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 38
[31] Méndez, S. Op. Cit. p.98
[32] Puchades, J. Un alto en el camino. Conversaciones con Loquillo.  p. 37
[33] ver entrevista con Sabino Méndez[34] ver entrevista con Teo Serrano

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